martes, 11 de agosto de 2009

Estos días sin descanso


NO SÉ PORQUE RAZÓN hay ocasiones en que encuentro tan dificil ser optimista. Quizá es un mal de moda porque entiendo que mucha gente siente lo mismo en estos tiempos. La situación global, la economía, la creciente delincuencia, en fin. Si uno se pone a rascar, seguro encuentra.
No he conseguido descansar estos días, duermo pero no descanso. Digamos que las últimas semanas han sido de mucha tensión acumulada para mí. Como todos, tengo deudas que hay que cubrir. Y probablemente es mi falta de paciencia y no las deudas, el mal que me aqueja, porque finalmente, sé que todo esto no es sino una parte de el proceso de crecimiento personal.
Todo este asunto del blog comenzó por procurarme una terapia, un escape. Entre las cosas que me quitan el sueño está el cubrir la colegiatura de mi hija, eso es importante. Hay cuentas pendientes también como son mantenimiento, gas, agua, luz. 
Hoy leía en el diario que los legisladores, esas personas a las que nosotros dimos empleo, cobrarán alrededor de 152 mil pesos mensuales. En el mismo diario he visto la nota acerca de una familia de campesinos que hacen por sobrevivir con 500 pesos mensuales.
¿De que se trata todo esto? ¿Es que hemos colocado en la cima de nuestras jerarquías el dinero? Dicen que el dinero no es la vida ni la felicidad. Entonces ¿Porque a veces pareciera que es el fin único de nuestra existencia? ¿Porque para las personas eres lo que posees? El ipod de última generación, el ordenador personal de moda, el reloj de marca y los zapatos que dan en las pasarelas de E! ¿Porque demonios sé de la existencia de todas estas cosas?
Lo cierto es que mientras no me quita el sueño poseer la chaqueta de diseñador, ni los zapatos deportivos oficiales de la NFL, si lo hace el cubrir los gastos esenciales de mi familia.
Cuento los días para que llegue Noviembre. Entonces saldré de muchos compromisos economicos que he arrastrado, ahora que hago memoria, por cerca de cuatro años. Tengo la certeza que cuando esto suceda, habrán pendientes en mi cabeza que continuarán quitandome el sueño, pero serán distintos.
Esta es una jungla, ¿saben? El pez grande se come al chico y la cadena evolutiva ha dado con parámetros cada vez mas complicados dictados por la modernidad por la que nos regimos. Definitivamente vivir es un deporte extremo.
Tengo un empleo fijo, recibo mi paga puntualmente cada quincena, tengo un automóvil y un departamento con siete bombillas. Durante la época navideña ponemos un árbol natural, porque tener ese aroma particular que sólo un pino ofrece es la ilusión de la niña, tengo una perrita que se vuelve loca de contenta cuando me ve regresar luego de una larga jornada laboral, tengo hasta una consola de video juegos bien provista de los juegos de moda… en 2005, tengo mis amigos con los que disfruto sobremesas envidiables. Tengo, en resúmen, la vida que muchos podrían desear tener, con todo y sus bemoles.
Y no poseo un iPod.

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